jueves, 17 de febrero de 2011

El mejor regalo



Algunos de mis amigos y conocidos lo saben, otros no, pero estoy estudiando una certificación para ser Consultora en Lactancia Materna, lo cual quiere decir que antes de finalizar este año estaré preparada para asesorar y dar capacitación sobre lactancia.

El tema de la lactancia materna es muy importante para mí. Siempre estuve convencida de mi deseo de ser mamá en algún momento de mi vida, pero nunca me cuestioné si daría pecho o no. Cuando me casé y si empezó a acercarse el tiempo de embarazarme pensaba que amamantar era bueno y que seguramente yo lo haría, pero no por mucho tiempo, quizá unos cuantos meses. Mientras estuve embarazada empecé a informarme al respecto y supe que lo mejor para un bebé es alimentarse los primeros 6 meses exclusivamente de leche materna, y dije que entonces amamantaría a mi bebé 6 meses. Cuando Mateo cumplió 6 meses pensé que estaría mejor si lo amamantaba hasta cumplir 1 año, para entonces ya estaba más informada y sabía que la leche materna siempre es buena, no importa la edad, que conforme el niño crece pasa a ser complemento de la alimentación pero que igual sigue fortaleciendo sus defensas pues conserva factores de protección a muchas enfermedades. Se llegó el tiempo en que Mateo cumplió 1 año y pensé que ya no me importaba el tiempo, que seguiría dándole pecho el tiempo que él y yo lo disfrutáramos. Hoy Mateo tiene 1 año 4 meses y no me apura dejar de amamantarlo, ha crecido sano, sólo una vez se ha enfermado, es inteligente, despierto, come de todo lo que le ofrezco siempre que tenga hambre, y además abraza y da besitos a mi pecho antes de ponerse a comer :)

Este blog contiente mucha información sobre ecología y cuidado de los recursos, otro de los temas que más me apasiona. La lactancia materna exclusiva los primeros seis meses del bebé es lo más ecológico, no hay envases que produzcan basura, no se producen gases de efecto invernadero en su elaboración y no supone un gasto extra para la economía familiar.

Creo que amamantar a mi hijo ha sido lo mejor que he podido hacer por él en este tiempo que llevamos juntos, ha sido una experiencia enriquecedora para ambos, y me enternece ver que mi esposo hace todo lo que él puede para que Mateo y yo podamos seguir con la lactancia materna el tiempo necesario, porque ha visto crecer a un niño sano y nuestra economía también lo agradece, y a diferencia de lo que muchos piensan, los padres son de gran ayuda. Me puede mucho saber de amigas que aún cuando desearon amamantar a sus hijos no lo lograron, y me puede más al escuchar sus razones y saber que todo lo que ellas creían un impedimento habría tenido solución si hubieran tenido la información suficiente y hubieran estado asesoradas correctamente en los centros de salud donde dieron a luz.

Me sorprende como antes amamantar era lo habitual entre las mamás, hoy es más común verlas dando biberón. Desde el inicio de las civilizaciones los niños han sido amamantados, sólo en contadas y extrañísimas ocasiones se ha optado por darles alguna leche que no sea la materna. Cierto es que las mujeres se quedaban en casa criando a sus hijos y entonces todo era más sencillo y natural. Pero por los años 60 y 70, el feminismo que había iniciado su movimiento a finales del siglo XIX y principios del XX, y que nos dio voz y voto a las mujeres, entró en una nueva etapa donde proclamaba una liberación femenina. Veían el hogar y las labores propias como una prisión, así que las mujeres empezaron a salir de sus casas para unirse a las fuerzas laborales; el cuidado y la crianza de los hijos también impedían el completo desarrollo femenino, y entonces se crearon las guarderías; amamantar a los hijos se volvió otro obstáculo para la libertad de las mujeres pues requiere de más tiempo invertido, y antes de poder imaginarlo ya había en el mercado variedad de leches artificiales y biberones que aseguraban sustituir todos los beneficios de la leche materna.

Yo no sé a qué tipo de liberación se referían las feministas de aquella época, pero creo que nos esclavizaron más y nos hicieron creer que el verdadero éxito y desarrollo personal se logra fuera de nuestros hogares. Ahora no sólo tenemos que encargarnos de que nuestras casas funcionen -compartiendo por igual labores con nuestros esposos, claro- sino que también tenemos que salir a trabajar y ganar dinero y reconocimiento público para poder ser mujeres exitosas.

Pienso que la verdadera liberación femenina es respetar nuestros propios tiempos que no son iguales a los tiempos de los hombres. Los hombres no se embarazan, ni dan a luz, ni amamantan, por lo tanto sus actividades pueden seguir un curso continuo durante toda su vida. Pero las mujeres sí nos embarazamos, sí damos a luz y sí amamantamos, todas estas son actividades que requieren una pausan en el curso acelerado que nos dicta la sociedad, para todo esto necesitamos regresar a nuestros hogares y fundirnos con nuestros hijos para cuidar se ellos y cubrir sus necesidades de alimentación y contacto físico, y cuando así lo decidamos volver al ambiente público y retomar todo lo que hayamos dejado en espera.

Pero resulta que hoy en día muchas mujeres se embarazan y pierden su empleo, o les piden certificados de no embarazo para poder contratarlas, o en sus trabajos les ponen miles de obstáculos cuando se trata de cumplir con su rol materno: les niegan permisos, les descuentan los días y horas que se hayan ausentado por atender alguna necesidad de sus hijos, no se respeta la hora de lactancia que en los trabajos debe proporcionarse, al mes y medio de haber dado a luz las mujeres deben reintegrarse a su trabajo cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda 6 meses de lactancia exclusiva. Si esto era la gran liberación femenina, creo que nos perjudicaron aún más.

Cada vez más mujeres de mi generación (yo nací en el 84) deciden no amamantar porque no hay lugar para ello en las exigencias que nos hace la sociedad, porque no lo vieron de sus madres tampoco que fueron las primeras víctimas de aquel feminismo tan cruel. Y entonces lo que en algún tiempo fue tan natural, como amamantar, un conocimiento ancestral que las madres y abuelas enseñaban a sus hijas y nietas, hoy es necesario aprenderlo desde cero. Por eso nacen profesiones como la que estudio yo, Consultoría en Lactancia Materna, para enseñarles que eso de no tener suficente leche no existe, que se puede continuar con la lactancia aún cuando se regrese al trabajo, que eso de amamantar a los bebés con horarios no es lo indicado, que cuando se amamanta a un bebé menor de 6 meses no es necesario dar complementos como leche de fórmula o agua, que si un bebé no se llena con la leche materna el problema no es la leche ni el bebé es algo que como mamás no estamos haciendo bien pero que con una correcta asesoría tiene solución, en fin, para resolver tantas cosas que acechan el bienestar de los bebés, para regresarles a las mujeres y sobre todo a sus bebés algo que siempre ha sido suyo y a lo que tienen derecho por ser lo mejor, la lactancia materna.






















Imágenes: Corbis

2 comentarios:

  1. Leer esta entrada me ha hecho sentir mala madre en las dos semanas que llevo siéndolo.
    Aunque igual soy de esas extrañísimas ocasiones (como dices) en las que por mucho que estoy amamantando a Ximena y me estimulo con el saca leches, de "aquí" no sale nada de nada... y eso que tengo la suerte de que en mi centro de salud hay un taller de lactancia al que voy todas las semanas...
    Y ahora que estás estudiando eso de consultora de lactancia materna... te pregunto (ya que ofreciste tus servicios) es normal que me den calambres en los pechos? porque duele y mucho, no sólo cuando Ximena está mamando.

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  2. Hola, Diana.
    Es normal lo que sientes en el pecho, se llama reflejo de eyección y es el momento en que se está produciendo la leche y es en cierto sentido empujada a salir, muchas mujeres incluiso empiezan a gotear, ocurre generalmente entre 30 segundos o 1 minuto después de que el bebé empieza a succionar, y si lo sientes cuando no está comiendo es que tu cuerpo intuye que en ese momento el bebé debería estar comiendo. Esto quiere decir que estás produciendo leche perfectamente. Ahora, lo que sale con el saca leche en determinado tiempo no es lo mismo que tu hija sacaría, el mecanismo de succión de los bebés es mucho más efectivo que que el de cualquier saca leche. Habría que ver qué es lo que te hace pensar que no sale nada. Me imagino que en taller de lactanacia te han mencionado sobre amamantar a demanda, es decir, a la mínima señal de hambre (que mueva la cabeza como buscando algo, que se lleve la mano a la boca), nunca esperar a que llore, el llanto es un signo tardío de hambre; las tomas nocturnas son muy importantes para mantener la producción de leche, si las suprimes, antes de poder pensarlo ya no vas a tener leche. Entre más succión más producción, ése es el objetivo las primeras semanas.
    Siéntete en confianza de preguntar lo que sea si crees que puedo ayudar en algo. Si tienes alguna otra duda podemos seguir la conversación por facebook.
    Saludos.

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