sábado, 9 de marzo de 2013

Nos fuimos a la Bicicleteada Rosa

Regularmente, quienes estamos interesados en vivir de una forma respetuosa con el medio ambiente, recurrimos a las malas noticias y a la falta de acciones sobre este tema para informar y generar conciencia con las personas que están a nuestro alrededor o a las que tenemos acceso, que si en la ciudad no hay un sistema de reciclaje, que no hay quien regule los carros que contaminan en exceso, que los productos que usamos para limpiar nuestra casa están contaminando la poca agua disponible en el planeta, que el cambio climático empieza a ser cada vez más evidente, etc., la lista puede continuar; pero, algo debe estar cambiando en la forma en que los seres humanos empezamos a percibir las cosas que valen la pena en este mundo y me da gusto estarlo notando en mi ciudad.

Durante los últimos meses la ciudad se ha llenado de bicicletas, hay rodadas colectivas varios días a la semana y el uso de la bicicleta empieza a normalizarse. Posiblemente sea una moda, quizá, pero necesitamos más de estas modas. Con suerte, moverse en bicicleta se convierta no sólo en una actividad deportiva, sino en un medio de transporte, y poco a poco la ciudad y su infraestructura vaya siendo más amigable con los ciclistas.

Hoy por la mañana nos fuimos a la una Bicicleteada Rosa, conmemorando el Día Internacional de la Mujer que fue ayer. Hombres, mujeres y niños, vestidos de rosa o con algún distintivo de este color, estuvimos ahí, partimos de la Plaza Zaragoza hasta el Estadio Sonora y de regreso, fueron poco más de dos horas de recorrido. 

Nos llevamos a Mateo, Muriel y a mi mamá. Yo estaba un poco preocupada porque sentía que los niños podían aburrirse o incomodarse y no podríamos hacer el recorrido completo, pero los dos fueron muy pacientes y disfrutaron (sobre todo Mateo, porque Muriel durmió bastante) del viaje, del clima, de la calle y de la gente que nos veía pasar y nos saludaba o nos sonreía.

Pedro y Mateo
Un descanso y un poco de agua
Preparando a los niños antes de iniciar
Llegamos al estadio
Nosotras
La abuela Juany
Claro, terminamos destrozados pero muy satisfechos y con ganas de repetir. Ahora, a descansar tooooda la tarde.