domingo, 27 de febrero de 2011

Cómo ser ecológico en la oficina



Ahora que se puede ser ecológico en casi todas las actividades de la vida cotidiana, no están de más unos consejos acerca de qué hacer en la oficina. Yo no trabajo en oficina, pero muchos de mis amigos sí y seguro varios de los que leen este blog también, así que seguir estas breves instrucciones les ayudará a gastar menos electricidad, y a reducir su huella de carbono.

sábado, 26 de febrero de 2011

Los niños alimentados con comida basura tienen menor coeficiente intelectual



No es nada optimista el primer estudio que relaciona directamente dieta infantil y capacidad intelectual en la vida adulta. Según sus resultados, los niños de tres años alimentados con comida basura pueden tener menor coeficiente intelectual que aquellos que recibieron dietas saludables, y una mejor dieta posterior podría llegar demasiado tarde.

De acuerdo con la investigación, llevada a cabo por la Universidad de Bristol, la diferencia podría ser de hasta cinco puntos de coeficiente intelectual en comparación con los niños que recibieron dietas saludables con frutas, verduras y comida casera. ¿Pero, qué se entiende aquí por comida basura? En el estudio se entendió por tal comer un exceso de alimentos grasos, azucarados y procesados, del tipo de patatas fritas, galletas y pizza.

Tip para limpiar tenis blancos

El siguiente es un tip para que al lavar nuestros tenis blancos de tela queden realmente blancos sin necesidad de usar productos blanquedarores agresivos.

jueves, 24 de febrero de 2011

13 consejos para que tu lactancia fracase



Nueve meses soñando con el momento mágico de tener a tu bebé en brazos, quieres amamantarlo porque sabes que es el mejor alimento para él y quieres experimentar eso de la lactancia. Pero eso de la lactancia pude ser un éxito o un rotundo fracaso, físico y emocional, en función de diferentes factores que tienen que ver tanto con los conocimientos y actitud de la madre, como con aspectos externos, médicos y sociales.

Aquí exponemos 13 consejos infalibles para que FRACASE tu lactancia materna y lo mejor es que no es necesario cumplirlos todos para que funcionen sino que simplemente con seguir la inercia social, cualquiera de ellos puede hacer que tus sueños e intenciones iniciales se esfumen si no estás preparada para repelerlos.

Hogar verde habitación por habitación: La cocina



La cocina es el centro de un hogar, es el lugar donde preparamos la comida, donde cuidamos la salud de la familia y también del planeta, por esto es un espacio clave de toda casa ecológica.

Hogar verde habitación por habitación

Me estoy proponiendo iniciar una serie de publicaciones en donde podamos reflexionar sobre los retos que debemos resolver en cada espacio de nuestra casa para asegurarnos de que estamos haciendo lo posible por cuidar el medio ambiente y la salud. Por ejemplo, la elección de electrodomésticos, detergentes o muebles son algunos de los temas que debemos tomar en cuenta. Por lo tanto, cada post lo dedicaré a un espacio específico del hogar para ir paso por paso en su transformación a un hogar verde. Espero les sea útil.

lunes, 21 de febrero de 2011

Los residuos en nuestro hogar



El mayor aporte que podemos hacer al cuidado del medio ambiente es desde nuestros hogares. Es ahí dónde se producen gran cantidad de residuos de todo tipo que si no sabemos tratarlos de la manera adecuada van a terminar siendo otra contribución más a la contaminación y deterioro ambientales.

A continuación algunos consejos:

1. Utiliza objetos durareros y necesarios. El consumismo y el usar y tirar se traducen en un volumen de basuras excesivo. Sólo hay que darse cuenta de que muchas cosas que van a parar a la basura, en realidad, podrían no haber entrado a casa. Por otro lado, los bienes necesarios deben estar diseñados para que duren y hay que repararlos siempre que sea posible en lugar de tirar y comprar otros nuevos.

2. Reducir el uso de envasados. Los envoltorios y embalajes (empaques) representan buena parte de los residuos sólidos no orgánicos y suelen ser de materiales difícilmente reciclables (plásticos y tetrabricks, por ejemplo). La alternativa es comprar productos frescos y a granel envueltos en papel y papel parafinado (encerado) en su lugar. Los envases más adecuados son los de madera, cartón y vidrio y, si es posible, rellenables o reutilizables. Al ir a comprar hay que hacerlo siempre con la misma bolsa y rechazar las que ofrecen los comercios.

3. Clasificar la basura. En la cocina debería haber no uno, sino cinco recipientes para la basura: uno para el plástico y metal, otro para el vidrio, otro para el papel y el cartón, otro para la materia orgánica y otro para las pilas usadas. Es la única manera de que la recogida selectiva organizada por los ayuntamientos sea eficaz. A largo plazo, el reciclado de la basura reduce el deterioro ambiental y produce un gran ahorro de materias primas y energía. Hay que tener en cuenta que para fabricar una botella de vidrio reciclado se necesita sólo el 4% de la energía usada para crear una nueva.

4. Hacer compost (composta). En algunas ciudades, los municipios están obligados por ley a elaborar compost (composta) con la basura orgánica, pero también podemos hacerlo en casa nosotros mismos para abonar las plantas. Sólo hay que acumular los residuos orgánicos y mezclarlos con tierra en un recipiente. Existen algunos composteros domésticos o para el jardín que utilizan lombrices rojas para colocar en la terraza.

5. Reciclar. Siempre podemos restaurar algunos objetos o cederlos a otras personas: ropa, muebles, libros, electrodomésticos, ordenadores (computadoras)... Una buena idea es entregarlos a organizaciones no gubernamentales para que les den una nueva utilidad.

6. Usar materiales biodegradables. Los materiales naturales no representan un problema en comparación con los plásticos o las aleaciones metálicas. Siempre que sea posible, debemos optar por envoltorios reciclables. A la hora de eliminar los residuos, hay que tener presente que existen bolsas de basura elaboradas con materiales biodegradables, como las fabricadas a partir de maíz o de la fécula de patata (papa).



Fuente: Revista Integral Extra no. 3 "Guía de la casa sana y sostenible"
Imagen: Corbis

"El parto es un acto fisiológico convertido en un acto infeliz"



De entre los periódicos que leo en línea siempre que tengo tiempo de sentarme frente a la computadora plácidamente, está uno español llamado La Vanguardia en dónde me encontré una entrevista hecha a Marta Espar, una mujer que declara saberlo todo sobre el parto feliz. Dice cosas muy interesantes sobre este tema que ya se ha tratado anteriormente en este blog y por eso publico la entrevista aquí. Claro que los datos que se mencionan tienen que ver con la situación en España, pero la realidad en México no es muy diferente. Ojalá les parezca tan interesante como a mí.

Tengo 41 años. Nací en Barcelona y vivo en El Masnou. Soy periodista y psicóloga. Estoy casada, tengo dos hijos, Judit (7) y Guillem (4). . . ¡y ahora nacerá Ariadna! Creo en las libertades y en la información. Creía en Dios. . . , y hoy creo en la duda. Abogo por el parto respetado.

¿Cuándo sale de cuentas?
En diez días.

¿Cómo se encuentra?
¡Nunca estuve tan tranquila!

No es su primer parto...
Es el tercero.., pero es el primero en el que dispongo de plena información.
Y sé que estoy en buenas manos.

¿No fue así en los dos anteriores?
¡No! Fueron partos tecnológicos, es decir, partos muy medicalizados.

¿Y qué tiene eso de malo?
Que la parturienta es tratada como una niña, no se le informa de lo que le hacen, no se le respeta: como si fuese tontita de pronto.

¿Son así la mayoría de los partos hoy?
En España, sí. El parto es un acto fisiológico... que hemos convertido en algo artificioso, complicadísimo, medicalizado..., ¡en una experiencia infeliz para la mujer!

¿Tanto como infeliz..?
Hace ya 20 años que la OMS alerta que en países europeos como España hay en los partos intervenciones médicas excesivas, innecesarias, injustificadas.., y arriesgadas.

¿A qué se refiere?
A la inoculación de oxitocina y de epidural, a la práctica de episiotomía y de cesárea, al uso de fórceps y ventosas...

¿Tiene datos?
La episiotomía –un tajo en el perineo– es necesaria sólo en un 10%-30% de los casos.., ¡pero se practica en un 73% de parturientas!

¿Por qué tanto?
Por inercia, pese a la evidencia científica:no tiene efecto protector contra el desgarro. ¡Y qué desagradable y molesto es para la mujer! A algunas les arruina la vida sexual por meses... Y no digamos la cesárea...

¿También se aplica en exceso?
Sí: la cesárea está indicada sólo en un 15% de los partos, pero en Catalunya se aplica en un 23% de las clínicas públicas... ¡y en un 40% de las clínicas privadas!

Le pregunto lo mismo: ¿por qué razón?
Por la falsa creencia de que garantiza mayor seguridad perinatal. ¡Al contrario!: la madre queda postrada días, puede sufrir estrés postraumático, su bebé no recibe la inmunidad microbiana que proporciona pasar por la vagina... Los nacidos de cesárea padecen –ya hay estadísticas– más alergias y asmas...

Pero paliamos dolores en la madre.
Un parto duele.., ¡pero no es nada que una mujer no pueda sobrellevar! La medicina es bienvenida para complementar el parto fisiológico.., ¡pero no lo es si lo suprime!

¿Cómo es el buen parto fisiológico?
No con la parturienta estirada, de espaldas, inmovilizada, monitorizada... Así sus contracciones se ralentizan… por lo que le ponen gotero de oxitocina sintética… que genera bruscas contracciones… que hacen sufrir al feto… y que llevan a la mujer a rogar epidural… que adormece al bebé al nacer, con lo que le costará mucho más mamar…

¡Acaba de recitar la batería de atentados contra el parto fisiológico!
Sí, le he descrito el parto tecnológico: el que yo viví en mis dos primeros hijos, incluido el uso de fórceps, rotura con un palo de la bolsa amniótica... ¡Todo innecesario!

Pues describa ya el parto fisiológico.
Le llamamos también “parto respetado”: la mujer busca la postura más cómoda para pujar y parir: de pie, de rodillas, en cuclillas, apoyada en silla de partos, a cuatro patas…

Ah.
No está inmovilizada, puede moverse libremente, puede darse una ducha o baño calientes... Eso estimula contracciones normales, dilata bien... y puja, y el marido acompaña y corta el cordón cuando deja de latir.

¿Sin oxitocina ni epidural?
En España hay epidural en el 90% de los partos... cuando es de verdad necesaria sólo en el 55%. Las hormonas naturales son analgésicas. Y tampoco necesito médico: bastan comadronas bien formadas que den ánimo emocional, calor humano, masajes...

No sabía que el cordón umbilical late.
Sigue bombeando oxígeno durante un rato, ayuda a respirar al bebé: espera antes de cortarlo. Y nada de limpiar la grasita que cubre la piel del bebé, llamada vernix caseosa.

¿No? ¿Qué beneficio reporta eso?
Protege la piel del bebé de dermatitis y alergias. Se la dejaré a mi hija, hasta que su piel la absorba. Y pediré que me la pongan enseguida sobre el abdomen: su contacto me hará subir la leche antes. Y al cabo de una hora y media, su olfato la habrá guiado hasta mi pezón, se agarrará y mamará fácilmente. Y le daré pecho durante seis meses.

¿Hay algún país modélico en partos?
Ahora, Gran Bretaña y los países nórdicos, donde los partos se ajustan a las últimas evidencias científicas: son fisiológicos, con la tecnología médica en segundo plano.

¿Qué otros factores pueden contribuir a un parto más feliz?
Un espacio íntimo, con la compañía deseada, con una iluminación tenue, con una música suave elegida...

¿Conseguiremos esto en el sistema hospitalario español?
Confío en ello, porque el parto fisiológico, además de más feliz, es más barato: hospitalización más breve, menos instrumental... Por eso será más fácil que se extienda en nuestro sistema público que en el privado.

¿Cuál diría que es el requisito fundamental para el parto feliz?
Respetar a la mujer, darle toda la información veraz y que elija: es incoherente con el progreso feminista que en el crucial trance de parir entregue mi cuerpo a un médico que me haga de todo sin darme voz ni voto.



Fuente: La Vanguardia

jueves, 17 de febrero de 2011

El mejor regalo



Algunos de mis amigos y conocidos lo saben, otros no, pero estoy estudiando una certificación para ser Consultora en Lactancia Materna, lo cual quiere decir que antes de finalizar este año estaré preparada para asesorar y dar capacitación sobre lactancia.

El tema de la lactancia materna es muy importante para mí. Siempre estuve convencida de mi deseo de ser mamá en algún momento de mi vida, pero nunca me cuestioné si daría pecho o no. Cuando me casé y si empezó a acercarse el tiempo de embarazarme pensaba que amamantar era bueno y que seguramente yo lo haría, pero no por mucho tiempo, quizá unos cuantos meses. Mientras estuve embarazada empecé a informarme al respecto y supe que lo mejor para un bebé es alimentarse los primeros 6 meses exclusivamente de leche materna, y dije que entonces amamantaría a mi bebé 6 meses. Cuando Mateo cumplió 6 meses pensé que estaría mejor si lo amamantaba hasta cumplir 1 año, para entonces ya estaba más informada y sabía que la leche materna siempre es buena, no importa la edad, que conforme el niño crece pasa a ser complemento de la alimentación pero que igual sigue fortaleciendo sus defensas pues conserva factores de protección a muchas enfermedades. Se llegó el tiempo en que Mateo cumplió 1 año y pensé que ya no me importaba el tiempo, que seguiría dándole pecho el tiempo que él y yo lo disfrutáramos. Hoy Mateo tiene 1 año 4 meses y no me apura dejar de amamantarlo, ha crecido sano, sólo una vez se ha enfermado, es inteligente, despierto, come de todo lo que le ofrezco siempre que tenga hambre, y además abraza y da besitos a mi pecho antes de ponerse a comer :)

Este blog contiente mucha información sobre ecología y cuidado de los recursos, otro de los temas que más me apasiona. La lactancia materna exclusiva los primeros seis meses del bebé es lo más ecológico, no hay envases que produzcan basura, no se producen gases de efecto invernadero en su elaboración y no supone un gasto extra para la economía familiar.

Creo que amamantar a mi hijo ha sido lo mejor que he podido hacer por él en este tiempo que llevamos juntos, ha sido una experiencia enriquecedora para ambos, y me enternece ver que mi esposo hace todo lo que él puede para que Mateo y yo podamos seguir con la lactancia materna el tiempo necesario, porque ha visto crecer a un niño sano y nuestra economía también lo agradece, y a diferencia de lo que muchos piensan, los padres son de gran ayuda. Me puede mucho saber de amigas que aún cuando desearon amamantar a sus hijos no lo lograron, y me puede más al escuchar sus razones y saber que todo lo que ellas creían un impedimento habría tenido solución si hubieran tenido la información suficiente y hubieran estado asesoradas correctamente en los centros de salud donde dieron a luz.

Me sorprende como antes amamantar era lo habitual entre las mamás, hoy es más común verlas dando biberón. Desde el inicio de las civilizaciones los niños han sido amamantados, sólo en contadas y extrañísimas ocasiones se ha optado por darles alguna leche que no sea la materna. Cierto es que las mujeres se quedaban en casa criando a sus hijos y entonces todo era más sencillo y natural. Pero por los años 60 y 70, el feminismo que había iniciado su movimiento a finales del siglo XIX y principios del XX, y que nos dio voz y voto a las mujeres, entró en una nueva etapa donde proclamaba una liberación femenina. Veían el hogar y las labores propias como una prisión, así que las mujeres empezaron a salir de sus casas para unirse a las fuerzas laborales; el cuidado y la crianza de los hijos también impedían el completo desarrollo femenino, y entonces se crearon las guarderías; amamantar a los hijos se volvió otro obstáculo para la libertad de las mujeres pues requiere de más tiempo invertido, y antes de poder imaginarlo ya había en el mercado variedad de leches artificiales y biberones que aseguraban sustituir todos los beneficios de la leche materna.

Yo no sé a qué tipo de liberación se referían las feministas de aquella época, pero creo que nos esclavizaron más y nos hicieron creer que el verdadero éxito y desarrollo personal se logra fuera de nuestros hogares. Ahora no sólo tenemos que encargarnos de que nuestras casas funcionen -compartiendo por igual labores con nuestros esposos, claro- sino que también tenemos que salir a trabajar y ganar dinero y reconocimiento público para poder ser mujeres exitosas.

Pienso que la verdadera liberación femenina es respetar nuestros propios tiempos que no son iguales a los tiempos de los hombres. Los hombres no se embarazan, ni dan a luz, ni amamantan, por lo tanto sus actividades pueden seguir un curso continuo durante toda su vida. Pero las mujeres sí nos embarazamos, sí damos a luz y sí amamantamos, todas estas son actividades que requieren una pausan en el curso acelerado que nos dicta la sociedad, para todo esto necesitamos regresar a nuestros hogares y fundirnos con nuestros hijos para cuidar se ellos y cubrir sus necesidades de alimentación y contacto físico, y cuando así lo decidamos volver al ambiente público y retomar todo lo que hayamos dejado en espera.

Pero resulta que hoy en día muchas mujeres se embarazan y pierden su empleo, o les piden certificados de no embarazo para poder contratarlas, o en sus trabajos les ponen miles de obstáculos cuando se trata de cumplir con su rol materno: les niegan permisos, les descuentan los días y horas que se hayan ausentado por atender alguna necesidad de sus hijos, no se respeta la hora de lactancia que en los trabajos debe proporcionarse, al mes y medio de haber dado a luz las mujeres deben reintegrarse a su trabajo cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda 6 meses de lactancia exclusiva. Si esto era la gran liberación femenina, creo que nos perjudicaron aún más.

Cada vez más mujeres de mi generación (yo nací en el 84) deciden no amamantar porque no hay lugar para ello en las exigencias que nos hace la sociedad, porque no lo vieron de sus madres tampoco que fueron las primeras víctimas de aquel feminismo tan cruel. Y entonces lo que en algún tiempo fue tan natural, como amamantar, un conocimiento ancestral que las madres y abuelas enseñaban a sus hijas y nietas, hoy es necesario aprenderlo desde cero. Por eso nacen profesiones como la que estudio yo, Consultoría en Lactancia Materna, para enseñarles que eso de no tener suficente leche no existe, que se puede continuar con la lactancia aún cuando se regrese al trabajo, que eso de amamantar a los bebés con horarios no es lo indicado, que cuando se amamanta a un bebé menor de 6 meses no es necesario dar complementos como leche de fórmula o agua, que si un bebé no se llena con la leche materna el problema no es la leche ni el bebé es algo que como mamás no estamos haciendo bien pero que con una correcta asesoría tiene solución, en fin, para resolver tantas cosas que acechan el bienestar de los bebés, para regresarles a las mujeres y sobre todo a sus bebés algo que siempre ha sido suyo y a lo que tienen derecho por ser lo mejor, la lactancia materna.






















Imágenes: Corbis

Aviso importante a los consumidores de bebidas de cola


El Centro para la Ciencia en el Interés Público en Estados Unidos advierte que:

El colorante artificial que da el característico color marrón a estos refrescos podría estar provocando miles de cánceres tan sólo en Estados Unidos, según un grupo de defensa de los consumidores de aquél país.


El problema está en que este tipo de bebidas no son endulzadas con caramelo puro, es decir, azúcar derretida, sino con otros aditivos alimentarios que contienen amoníaco y otros compuestos que han provocado varios cánceres en estudios animales.

Este aditivo endulzante y colorante se utiliza en bebidas tan populares como la Coca-Cola, Pepsi, Dr. Pepper Snaple y una larga lista de refrescos de color oscuro.

El Centro para la Ciencia en el interés público ha pedido ante la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que se retire del mercado este tipo de caramelo fabricado de forma química y no con azúcar derretida. De ser aceptada esta petición las bebidas de cola deberán ser endulzadas con caramelo natural.

Pero por el momento, se asume que el uso de este endulzante que a la vez da color a estas bebidas está causando miles de casos de cáncer en la población estadounidense, además, de contribuir grandemente al aumento de la obesidad a nivel mundial.



Fuente: Ecología Blog
Imagen: www.cspinet.org

martes, 15 de febrero de 2011

Las ciudades ecológicas del futuro

El cambio climático ya llegó: Podemos ver la peores tormentas en décadas en distintos continentes, al igual que las mayores temperaturas en países en los que jamás se imaginó que podrían llegar. Por lo mismo, y adelantándose a la catástrofe, varios arquitectos han diseñados ciudades completas para cuando eso pase.

El sitio Treehugger hizo una galería con 12 ciudades que son bastante impresionantes. A continuación algunas de ellas.











Fuente: Veo Verde
Imágenes: Treehugger

viernes, 11 de febrero de 2011

3 cosas sobre la educación que debes saber antes de morir



Si hablamos de palabras llenas de sabiduría, Buda le patea el trasero a quien tenga la osadía de desafiarlo. Aunque pensándolo mejor, quizás no lo haría. Pero a lo que me refiero es que tiene frases para repartir a quien necesite.

Una de mis favoritas es un llamado a ser escépticos.

"No creas en nada, no importa donde lo leíste, o quién lo dijo, no importa si yo lo he dicho, a menos que esté de acuerdo con tu propia razón y tu propio sentido común."

Yo propongo humildemente que la frente de cada ser humano al momento de nacer sea tatuada con esta frase.

¿Por qué?

Porque cada uno de nosotros pasa gran parte de su vida junto a ideas que no cuestionamos y que creemos verdaderas, pero que realmente no lo son.

No, no eres estúpido ni ignorante. Es solo que desde pequeños escuchamos una versión de cómo funciona el mundo, y con los años la aceptamos y dejamos de cuestionar.

Esto es especialmente cierto en la educación.

Si tus padres y amigos más cercanos se han educado de la misma forma, no es extraño que la frase "siempre se ha hecho así" adquiera un poder que la haga difícil de derrotar. Aún si eres un maestro de kung fu o Chuck Norris.

Entonces no es raro que aceptes, prácticamente sin cuestionar, una idea de lo que es la educación. Aún cuando esta no sea cierta.

Una advertencia: si desafiar tus creencias te provoca incomodidad o una alergia, te recomiendo leer solo hasta este punto.

Si decides continuar, te quiero presentar tres cosas que mi limitada experiencia sobre este planeta me ha enseñado sobre educación.

1. La educación y escuela no son lo mismo

Cuando escuchas a un político hablar de que tanto y tanto dinero se invertirá para mejorar la educación inmediatamente sabes que irá a las escuelas, ¿cierto?

Pero educación y escuelas no son lo mismo, ¿o sí?

No, no lo son.

Lo que sucede en la escuela es una forma entre muchas de obtener una educación; es instrucción. Es una preparación para el "mundo real".

Quizás pienses que estoy exagerando. Quizás pienses que no es tan importante que se le llame instrucción o educación. Pero si es muy importante.

Imagina que durante diez años se usa la palabra "deporte" para referirnos al basquetbol. Imagina que comienzas a usar frases como "voy a un partido del deporte" o "hay que comprar balones nuevos para el equipo del deporte".

¿Qué sucedería con el fútbol, el rugby, el golf o la gimnasia después de un tiempo?

Es posible que ya no los consideremos deportes. Es posible que el interés que tengan las personas por ellos disminuya o que en algunos casos simplemente desaparezca.

Lo mismo sucede con la educación. No existe una sola forma en que una persona pueda educarse. Existen muchas. Pero solo tenemos conciencia de un solo camino, o creemos que es el más importante.

¿Me creerías si te dijera que una de las mejores maneras de que un niño se desarrolle es que pase su tiempo jugando en vez de estar sentado frente a una pizarra?

Quizás no, pero es cierto.

Una de las formas más efectivas de lavar cerebros es el uso del lenguaje. Es importante tener consciencia de que muchas veces el discurso que escuchas no tiene relación con la realidad.

2. Aprendes aun cuando crees que no lo haces

Quizás esto sea impactante y traumático de escuchar, pero es necesario que lo hagas.

¿Listo? Preparado o no, aquí va.

Las personas no solo aprenden sentadas horas y horas en una sala de clases frente a una pizarra. En realidad, uno aprende todo el tiempo.

Cuando pasas horas y horas inmerso en una conversación, leyendo, jugando o simplemente tirado en tu cama, aprendes.

Aún así, después de años en la escuela tenemos la idea que el resultado de nuestro esfuerzo es el aprendizaje. Pero no es así. Aprender es algo que sucede lo quieras o no. Sucede cuando haces algo y cuando haces nada.

Cuando tu mente está apagada al estar viendo tu reality show favorito, aprendes a no estar feliz con tu cuerpo, que tu vida no es interesante o que debes comportarte como un idiota para llamar la atención y ser famoso.

Todo sucede sin estar conscientes, pero sucede.

Por ejemplo, en la escuela nos sentamos por horas para aprender aritmética. En la vida real esta se aprende al intentar comprar la mayor cantidad de dulces posibles con un poco de dinero. O aprendemos química y biología al preocuparnos por nuestra alimentación.

No necesitamos sentarnos día tras día entre cuatro paredes para aprender. El aprendizaje es algo que sucede en todo momento y en todo lugar. Lo quieras o no.

3. Aprendes cuando sientes interés

La ultra sagrada misión de la escuela es formar personas para que puedan vivir en el mundo real. Para que esto suceda se enseñan conocimientos y habilidades que alguien (misterio #1: ¿quién?) decidió que son importantes (misterio #2: ¿por qué?).

La pregunta del millón de dólares es si realmente aprendemos.

Según mi experiencia, en gran parte no lo hacemos. Mucho de lo que se estudia lo memorizamos para contestar un examen y luego olvidamos dos o tres semanas después.

Lo que sí recuerdo son los conocimientos que utilizo cada día y los que en algún momento me interesaron. Pero eso no es más que el cinco o diez por ciento de lo que se intentó enseñar en la escuela.

Ahora que me encuentro viviendo en el mundo real, me he dado cuenta que cuando más aprendo es al buscar satisfacer mi curiosidad.

Es muy distinta mi relación con un libro que me interesa leer que con otro que leo por obligación. El primero tiene el poder de desvelarme hasta la madrugada. El segundo de dormirme a los pocos minutos.

Quizás eso explica mis innumerables bostezos en las clases que no me interesaban.

Finalmente, no deberías tomar estas ideas como un intento de convencerte de ver la educación de una manera distinta. Estas ideas están basadas en mi experiencia y en mi forma de ver el mundo.

Como dice Buda, no deberías aceptar una idea “a menos que esté de acuerdo con tu propia razón y tu propio sentido común”.

Si es así, me alegro que coincidamos.



Fuente: Aprender en libertad

Hermosillo: Programa de recolección de materiales reciclables



Para todos los habitantes de esta peculiar ciudad de Hermosillo, Sonora, les informó que este sábado 12 de febrero se llevará a cabo un programa de recolección de materiales reciclables puesto en marcha por DIF Sonora. Una vez hecha la recolección DIF Sonora contactará a la empresa recicladora que se hará cargo de recolectar, clasificar, transportar, comercializar y reciclar de manera adecuada las aportaciones de las secretarías de gobierno, la iniciativa privada y la comunidad. Finalmente, sobre el peso del material recolectado, el Sistema DIF Sonora recibirá ingresos económicos que serán aplicados directamente a los programas sociales de apoyo a las familias en condiciones de vulnerabilidad.

El plan es que durante todo el año, el primer sábado de cada mes, esté vigente este programa (y ojalá que se vuelva permanente). El 8 de enero fue la inauguración de esta campaña, se esperaba recibir unas 4 toneladas de material y cual fue la sorpresa cuando vieron que al final se contabilizaron 10 toneladas; lo cual indica que los habitantes de esta ciudad estamos dispuestos a participar en iniciativas por el bien de nuestro medio ambiente. En este mes de febrero la fecha se recorrió al segundo sábado del mes pues el pasado fue parte de un puente por día festivo.

Los materiales que podemos llevar son:

- Cartón
- Plástico
- Papel
- Madera
- Aluminio
- Vidrio
- Archivo muerto
- Electrodomésticos
- Computadoras
- Celulares
- Baterias
- Pilas y cargadores

La cita es este sábado 12 de febrero de 9 de la mañana a 5 de la tarde en el estacionamiento del gimansio de la Unison.

Este es un buen momento para recordar que debemos separar nuestra basura, asigna un contenedor para desechos orgánicos (vegetales y frutas, cáscaras de huevos, plantas, raíces) e inorgánicos, lo que haya en el contenedor de inorgánicos (exceptuando el unicel) es lo que puedes llevar a esta campaña de reciclaje.

El mes pasado mi esposo y yo llevamos mucho material que yo había estado acumulando pues pensaba llevarlo a una recicladora y así ganar un dinero extra, pero me di cuenta que esas recicladoras trabajan con volúmenes grandes que yo no podría acumular sino en mucho tiempo, así que aprovechamos esta oportunidad.

No permitas que tu basura reciclable se vaya a los tiraderos sin darle el uso y tratamiento que nuestro planeta necesita.





Imágenes: Corbis

miércoles, 9 de febrero de 2011

Los niños africanos no lloran



He tenido la fortuna de hacerme de otra amiga que se une a las varias que han llegado desde que escribo este blog. Se llama Sarai Llamas y también tiene una página llamada Bebé ECOnómico, la cual invito a visitar porque está por demás interesante. Hace unos días Sarai publicaba el testimonio de Claire, una madre africana radicada en Reino Unido que tras haber sido madre pudo darse cuenta de cuánta sabiduría hay contenida en sus raíces. Es un relato muy inspirador sobre todo para quienes hemos sido padres o quienes están próximos a ser. Y como bien dice Sarai, a veces desconocemos lo poco que cuesta hacer a un niño feliz.

Nací y crecí en Kenya y en Costa de Marfil hasta la edad de 15 años, luego me transferí al Reino Unido. Sin embargo, siempre he sabido que quería criar a mis hijos (cuando los tuviera) en casa, en Kenya. Sí, daba por supuesto que tendría hijos.

Soy una mujer africana moderna: con dos licenciaturas, pertenezco a la cuarta generación de mujeres que trabajan en mi familia. Pero cuando se trata de niños, soy una africana tradicional. Sigue siendo mi convicción que la vida no está completa sin hijos y que los niños son una bendición a la cual renunciar es una locura. De hecho, no tener hijos no es ni siquiera considerado.

Mi embarazo inició en el Reino Unido. Con el embarazo sentí un fuerte impulso a volver a casa, y cuando estaba de cinco meses ya había vendido mi estudio y establecido una nueva actividad, me había mudado de casa y de continente.

Cuando supe que esperaba un hijo hice lo que la mayoría de las mujeres embarazadas en el Reino Unido haría, leía vorazmente: Our Babies, Ourselves, Uncoditional Parenting, todos libros de W. Sears, y la lista podría continuar (mi abuela después me comentó que los niños no leen libros y que todo lo que tenía que hacer era “leer” a mi bebé).

Todo lo que leía decía que los niños africanos lloran menos que los niños europeos. Esto me intrigó mucho y quería averiguar el por qué.


Una vez en casa, en Kenya, comencé a observar. Mi mirada se dirigía hacia las madres y los niños, y estaban por todas partes, incluso si los bebés africanos menores de un mes y medio de vida están sobre todo en casa.

Lo primero que noté fue que, a pesar de su ubicuidad, en realidad era muy difícil “ver” realmente a un bebé en Kenya. Por lo general están muy bien “vendados” antes de ser cogidos en brazos o envueltos con un fular sobre la espalda de su madre (a veces el padre). Incluso los más mayores, envueltos en la espalda de los adultos, están protegidos con una tela de grandes dimensiones. La forma en la que están envueltos es como una réplica de un útero. Los niños están literalmente enfundados con el fin de ser protegido contra el estrés del mundo exterior al cual han recientemente llegado.

La segunda observación que me quedó clara era legada a una diferencia cultural. En el Reino Unido se supone que los bebés lloran, el llanto es inherente al niño. En Kenya, sucede exactamente lo contrario: se supone que los niños no lloran. Si lo hacen es un signo de que algo terrible sucede y tenemos que actuar inmediatamente para poner remedio y eliminar la causa. Mi cuñada inglesa una vez me dijo: «Aquí a la gente no le gusta que los niños lloren, ¿verdad?». Me di cuenta de que su observación resumía perfectamente la diferencia.

Todo se volvió aún mucho más claro cuando por fin dí a luz y mi abuela vino a verme desde su poblado. Mi bebé lloraba muy a menudo, de hecho. Exasperada y cansada, se me olvidó todo aquello que había leído, y a veces me daban ganas de llorar con ella. Pero para mi abuela era muy simple: «¡Nyonyo!», «¡Dále el pecho!», era su respuesta a cada simple gemido.

Había momentos en los que lloraba porque tenía el pañal mojado, o quería estar en sus brazos, o porque necesitaba echar el aire, pero sobre todo quería que le diese el pecho —y no importaba si tenía hambre o si sólo necesita un momento de consuelo. La llevaba envuelta en mi espalda con el fular, y dormía casi siempre con ella (colecho), de tal forma que darla el pecho era una extensión natural de aquello que ya hacíamos.

Improvisamente me dí cuenta de que el secreto del alegre silencio de los bebés africanos no era tan difícil de desvelar. Se trataba de una simbiosis constituida para satisfacer las necesidades. Algo que requiere una total suspensión de la idea de lo que debería haber sido, sustituyéndola por la aceptación, sin condiciones, de lo que realmente está sucediendo en ese momento.

El resultado fue que mi hija comía mucho —mucho más de aquello que había leído nunca y por lo menos cinco veces más de lo que establecían ciertas pautas de nutrición que había visto.

A los cuatro meses aproximadamente, cuando la mayoría de las madres de la ciudad empiezan a introducir alimentos sólidos, de acuerdo con los patrones de destete, mi hija retornó a un ritmo de lactancia de recién nacido: la daba el pecho cada hora, fue un shock total. En los últimos cuatro meses, el tiempo entre toma y toma había comenzado a aumentar, y yo había iniciado a tratar a algunos pacientes sin que mis pechos gotearan y sin que la niñera interrumpiera las sesiones porque el bebé tenía hambre.

La mayoría de las madres, del grupo de madres y bebés al que asistía, habían diligentemente comenzado a introducir la crema de arroz (para prolungar el tiempo entre tomas) y todos los profesionales involucrados en la vida de nuestros hijos —los pediatras, e incluso las doulas— decían que era lo mejor: las madres necesitaban descansar, era asombroso el esfuerzo de estos últimos cuatro meses de lactancia materna exclusiva. Ellos nos aseguraron que nuestros niños estarían bien.

Sin embargo, sentí algo dentro de mí que desafinaba, y cuando intenté, sin mucha convicción, mezclar un poco de papaya (es la comida tradicional para el destete en Kenya), con leche en polvo y se lo ofrecí a mi hija, ella ni siquiera lo probó.
Así que llamé a mi abuela. Ella se hecho a reír y me preguntó si yo había vuelto a leer libros. Me explicó que la lactancia materna está muy lejos de ser lineal.
«Te dirá ella cuando estará lista para la comida, su cuerpo te le dirá»

«¿Qué debo hacer hasta entonces?» le pregunté ansiosa.

«Sigue haciendo aquello que has hecho hasta ahora, simplemente Nyonyo».

Así que mi vida se sosegó de nuevo, se detuvo prácticamente. Mientras que muchas de mis compañeras se asombraban cada vez más de cómo dormían sus hijos ahora que habían introducido la crema de arroz, e incluso se aventuraban con otros alimentos, yo me despertaba cada dos horas con mi hija e informaba a los pacientes que lo de volver al trabajo no sería tan fácil como me lo esperaba.

Pronto descubrí que me estaba convirtiendo, involuntariamente, en un servicio de apoyo y de información para otras madres de la ciudad. Mi número de teléfono empezó a pasarse entre las madres y, a menudo, mientras amamantaba a mi bebé pronunciaba estas palabras: «Sí, dale otra vez el pecho. Sí, incluso si se lo acabas de dar. Sí, hay veces que no encuentras ni siquiera el tiempo para quitarte el pijama durante todo el día. Sí, necesitas comer y beber como un caballo. No, no tienes que volver a trabajar si te lo puedes permitir». Por último, tranquilizaba a las madres: «No te preocupes, después será más fácil». Esta última frase era una profesión de fe, porque para mí las cosas no eran más fáciles.

Una semana antes de que mi bebé hiciera cinco meses, regresé a Inglaterra para ir a una boda y para presentarles a mi hija a la familia y a los amigos. No tenía exigencias particulares, por lo que fue fácil continuar con los ritmos de la lactancia. Continué, a pesar de las miradas de muchos extranjeros, que me observaban desconcertados sólo por el hecho de que daba el pecho a mi hija en lugares públicos (muchos “espacios para la lactancia materna” estaban relegados en los cuartos de baño, y yo no quería usarlos).

En la boda, en la mesa durante el banquete, la gente que estaba cerca de nosotros observó: «Que niña más tranquila, pero la das el pecho mucho». No comenté nada, pero cuando otra mujer me dijo: «He leído en alguna parte que los niños africanos no lloran casi nunca», no pude reprimir una carcajada.

Lo más importante que me ha guiado ha sido la dulce sabiduría de mi abuela:

1. Ofrecerle el pecho cada vez que el bebé tenga algún problema, incluso si lo acaba de hacer.

2. Duerme junto a tu bebé (colecho). Así puedes darlo el pecho antes de que se despierte completamente y esto le permitirá volver a dormir más fácilmente y podrás descansar más.

3. Ten cerca una botella de agua durante la noche: para mantenerte hidratada y hacer fluir la leche.

4. Haz de la lactancia materna tu prioridad (particularmente durante los períodos de crecimiento) y déjate ayudar de los que te rodean. Y recuerda: son pocas las cosas que no pueden esperar.



Lea a su hijo, no libros. La lactancia materna no es lineal, sube y baja o es circular. Y recuerde: usted es el experto en las necesidades de su hijo.

J. Claire K. Niala es la autora de este testimonio, es madre y osteópata. Claire es una mujer a la que le encanta explorar las diferencias que afortunadamente todavía existen entre las diferentes culturas de todo el mundo. Nació y creció en Kenya, Costa de Marfil y en el Reino Unido. Ha trabajado y vivido en tres continentes y ha visitado al menos un nuevo país cada año desde que tenía 12 años. Sus compañeros de viaje favoritos son su madre y su hija, cuyas historias y el interés por los que le rodean han llevado a Claire a descubrir e interactuar con el mundo en formas que nunca imaginó.

(Traducido por Sarai Llamas)


Cuando leí este testimonio me vi reflejada de muchas maneras, por supuesto son circunstancias distintas, pero la esencia es la misma: reconocer que para criar sólo debemos escuchar a nuestros hijos, dejarnos de reglas establecidas y entender que por alguna poderosa razón las necesidades de nuestros hijos y nuestro instinto están conectados, pero alguien nos dijo que debemos ignorar eso, y le creímos.









Fuente: Bebé ECOnómico
Imágenes: Corbis

10 cosas que he aprendido de mi hijo



"10 cosas que he aprendido de mi hijo es un carnaval de blogs cuyo propósito es hacernos reflexionar, compartir, reír, emocionarnos y facilitarnos una mirada en retrospectiva acerca de cuánto hemos aprendido desde que emprendimos el camino de la maternidad."

1. Que un beso suyo, un abrazo, o su sola presencia pueden componer cualquier mal día.
2. Que mi esposo es mejor hombre de lo que yo ya pensaba que era.
3. El amor tan profundo que me tienen mis padres.
4. Que mi cuerpo es perfecto.
5. Que no importa cómo sea mi aspecto, para mi hijo soy la más hermosa.
6. Que el ajustarnos a vivir sólo del sueldo de mi esposo (aunque a veces sea difícil) para yo quedarme en casa con nuestro hijo, es más satisfactorio que trabajar ambos y tener más dinero.
7. Que el criar a mi hijo en casa me hace tan exitosa como las mujeres que buscan logros académicos, económicos o profesionales.
8. Que así como para algunas mujeres la maternidad no es una opción, yo soy 100% mamá.
9. Que puedo amar profundamente sin esperar nada a cambio.
10. Que quiero varios hijos más :)







jueves, 3 de febrero de 2011

Estresadas



El estrés se asocia con el mundo laboral. La imagen común del estrés es la del ejecutivo con traje, corbata y teléfono celular que atiende una llamada tras otra. Sin embargo, muchos de esos hombres se vuelcan en su trabajo, pero obtienen poder con él y suelen tener tiempo para no hacer nada delante de la televisión o para divertirse con amigos.
Actualmente, son las mujeres las que tienden a sufrir mayores dosis de estrés porque se ven obligadas a compaginar el trabajo fuera de casa con el doméstico y la atención a los hijos o a los padres. Y muchas, contagiadas por la competitividad del mundo (con los hombres y con las mujeres), quieren ser las mejores en todos los campos. Este perfeccionismo, independientemente del desgaste que ya suponen las obligaciones desemboca en estrés.
La espiral de ansiedad se construye lentamente. Crece al mismo tiempo que las responsabilidades que se van adquiriendo poco a poco, por culpa de hábitos equivocados de pensamiento. Nos decimos: "esto también seré capaz de hacerlo...", cuando deberíamos ser realistas, poner por delante nuestro bienestar, y decir: "esto tendrá que esperar" o "no podré hacerlo". Cuando la sensación de estrés y agobio va acompañada de problemas gástricos, alteraciones del sueño o cansancio, ha llegado el momento de tomar medidas.

Así que, amigas que leen este blog, cuídense y no se saturen de actividades, recuerden que la mujer exitosa no es aquella que hace todo sino la que hace lo que le gusta hacer.





Fuente: Revista CUERPOMENTE, 192
Imágenes: Corbis