Las nuevas madres están expuestas a mucha información errónea sobre lactancia, casi siempre basada en mitos y juicios de valor sin ningún fundamento científico. Lo peor es que muchas veces esta información proviene de médicos y enfermeras, pero también del entorno (amigos, pareja, familiares), y una mamá sin experiencia y sin mucha información (e incluso estando bien informada) se encuentra en una posición muy vulnerable ante este tipo de consejos.
Estas son algunas ideas que te pueden ayudar a tener una lactancia exitosa desde el comienzo. Conviene que la imprimas y la tengas a mano, sobre todo antes del parto y durante las primeras semanas con tu bebé. Al final del post podrás descargarte una copia en PDF para que la puedas imprimir (y si tienes alguna amiga que ha sido o va a ser mamá, no dudes en pasársela!).
1. Un parto sin intervenciones innecesarias facilita el inicio de la lactancia. Siempre que sea posible, planifica un parto natural (en la página de El Parto es Nuestro encontrarás información).
2. Insiste en el hospital (verbalmente y por escrito) en que no le den biberones a tu bebé: las tetinas y otros «pezones artificiales» pueden confundir a un recién nacido e impedir que aprenda a mamar correctamente. Esto incluye también a los chupetes: evítalos, al menos hasta que la lactancia esté establecida.
3. Busca un pediatra y un ginecólogo y/o matrona que realmente apoye la lactancia. Algunos profesionales dicen, de la boca para afuera, que el pecho es lo mejor, pero a la primera dificultad te recetan fórmula. Busca a alguien que verdaderamente vaya a ayudarte a superar las dificultades que puedan surgir.
4. Presta atención a tu bebé. Los bebés toman pecho por muchas razones, algunas de las cuales nada tienen que ver con el hambre. Amamantar con frecuencia es una forma de asegurarte de que tendrás una producción suficiente para satisfacer las necesidades de tu bebé. Pero además, el pecho es muy relajante y ayuda a tu recién nacido a adaptarse a su nuevo entorno, protegido por el calorcito de mamá.
5. Aprende a colocarte bien al bebé. Esto es lo más importante que puedes hacer para evitar problemas como grietas o mastitis. Una buena postura y un agarre correctos es lo que hace posible que los conductos se vacíen correctamente, y que tu producción de leche sea la que tu bebé necesita. Si tienes cualquier problema, por pequeño que sea, busca ayuda.
6. Portea a tu bebé. Llevar tu bebé pegadito a tu cuerpo facilita muchísimo la lactancia, y es muy cómodo a la hora de dar el pecho en público. Aprender a utilizar un portabebés correctamente te resultará muy útil. De esta forma puedes hacer tus cosas mientras tu bebé se alimenta de tu leche y tu contacto. Consulta la página de la Red Canguro para más información.
7. Habla con tu pareja y con tu familia. Hazles saber lo importante que es para ti la lactancia. Explícales sus muchos beneficios. Puedes darles artículos y libros para que lean y se informen. Si saben que la lactancia es lo mejor para tu bebé y para ti, te apoyarán.
8. Acostúmbrate a dar el pecho en público. Puedes practicar el momento de colocarte a tu bebé al pecho frente al espejo para aprender a hacerlo discretamente si eso te hace sentir más cómoda. Amamantar donde quiera que estés no sólo te hará la vida más fácil, sino que también es una forma de contribuir a que la lactancia se normalice a los ojos del público en general. Una sugerencia, si el clima lo permite, es llevar debajo una camiseta sin mangas (de las de tirantes), de manera que puedas levantarte la blusa y bajarte la camiseta. Así es más discreto y no te dejas la barriga descubierta :)
9. Nunca compares a tu bebé con otros. Cada niño es distinto. Tu bebé tiene un patrón único y su crecimiento y talla dependen sobre todo de la genética y no tanto de si es amamantado o no.
10. Prueba el colecho. Dormir con tu bebé facilita muchísimo la lactancia. Por un lado, podrás descansar mejor, y, por el otro, los bebés que duermen con sus madres tienden a mamar más, por lo que tu pecho estará bien estimulado para producir abundante leche.
Fuente e imagen: Nace una mamá
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