lunes, 17 de junio de 2013

sábado, 4 de mayo de 2013

Lo que más abunda en mi casa es comida rica y nutritiva, libros, costuras, soluciones verdes y un profundo respeto a la sabiduría de los niños y niñas. El baúl de mi casa está lleno de cosas para compartir. ¡Nos vemos pronto!

sábado, 9 de marzo de 2013

Nos fuimos a la Bicicleteada Rosa

Regularmente, quienes estamos interesados en vivir de una forma respetuosa con el medio ambiente, recurrimos a las malas noticias y a la falta de acciones sobre este tema para informar y generar conciencia con las personas que están a nuestro alrededor o a las que tenemos acceso, que si en la ciudad no hay un sistema de reciclaje, que no hay quien regule los carros que contaminan en exceso, que los productos que usamos para limpiar nuestra casa están contaminando la poca agua disponible en el planeta, que el cambio climático empieza a ser cada vez más evidente, etc., la lista puede continuar; pero, algo debe estar cambiando en la forma en que los seres humanos empezamos a percibir las cosas que valen la pena en este mundo y me da gusto estarlo notando en mi ciudad.

Durante los últimos meses la ciudad se ha llenado de bicicletas, hay rodadas colectivas varios días a la semana y el uso de la bicicleta empieza a normalizarse. Posiblemente sea una moda, quizá, pero necesitamos más de estas modas. Con suerte, moverse en bicicleta se convierta no sólo en una actividad deportiva, sino en un medio de transporte, y poco a poco la ciudad y su infraestructura vaya siendo más amigable con los ciclistas.

Hoy por la mañana nos fuimos a la una Bicicleteada Rosa, conmemorando el Día Internacional de la Mujer que fue ayer. Hombres, mujeres y niños, vestidos de rosa o con algún distintivo de este color, estuvimos ahí, partimos de la Plaza Zaragoza hasta el Estadio Sonora y de regreso, fueron poco más de dos horas de recorrido. 

Nos llevamos a Mateo, Muriel y a mi mamá. Yo estaba un poco preocupada porque sentía que los niños podían aburrirse o incomodarse y no podríamos hacer el recorrido completo, pero los dos fueron muy pacientes y disfrutaron (sobre todo Mateo, porque Muriel durmió bastante) del viaje, del clima, de la calle y de la gente que nos veía pasar y nos saludaba o nos sonreía.

Pedro y Mateo
Un descanso y un poco de agua
Preparando a los niños antes de iniciar
Llegamos al estadio
Nosotras
La abuela Juany
Claro, terminamos destrozados pero muy satisfechos y con ganas de repetir. Ahora, a descansar tooooda la tarde.

martes, 12 de febrero de 2013

Plastilina casera no tóxica

Hace un par de semanas le regalaron a Mateo un kit para jugar con plastilina, está genial porque trae varios instrumentos para hacer diferentes formas, un rodillo, moldes, etc. y cuatro botecitos con plastilina, la cual duró muy poco porque, además de que era una pequeña cantidad, los ha usado día tras día y no siempre hemos tenido el cuidado de guardarla a tiempo por lo que se secó y ya no está apta para usarse. 

El siguiente paso era hacer nosotros la plastilina. Alguna vez lo intentamos con una receta que me encontré pero no tuvo muy buen resultado. Buscando de nuevo algo que funcionara mejor me topé con esta receta que es básicamente la misma que probé la vez anterior pero con la diferencia de que hay que cocinarla (en la anterior se mezclaba todo y se amasaba en frío), para mi sorpresa este detalle hizo toda la diferencia, obtuvimos una plastilina de gran calidad y que no le pide nada a la Play-Doh, por ejemplo.


En el enlace se encuentra la receta completa y muy bien explicada así que les invito a pasarse por ahí; al final del artículo se dan algunas muy buenas ideas de cómo jugar con plastilina. 

Una aportación mía: entre los ingredientes se encuentra el cremor tártaro (ácido tartárico o bitartrato de potasio), una sustancia muy usada en pastelería para impedir que el azúcar se cristalice, para aumentar el volumen de alguna masa o para estabilizar las claras de huevo, pero yo no tenía manera ni humor de salir a buscar tal sustancia así que entre las páginas que visité para averiguar más sobre el cremor tártaro leí que en las preparaciones pasteleras puede ser sustituido por bicarbonato de sodio o con polvo para hornear y que, precisamente, éste último es una mezcla de bicarbonato y cremor tártaro, entonces sustituí el cremor tártaro por polvo para hornear y obtuvimos un muy buen resultado. Al poner la mezcla al fuego se pega un poco a la olla pero es muy fácil de quitar al lavarla si previamente la ponemos un rato a remojar.

Ojalá lo intenten y la pasen también como nosotros.