jueves, 30 de septiembre de 2010

Reciclar para regalar

Siempre he pensado que las envolturas de regalos son, sin afán de ofender, una de las costumbres más nocivas y sin sentido que hemos adoptado en los últimos años. Existen negocios dedicados exclusivamente a eso, donde uno va con el regalo que ha comprado para que lo envuelvan con papeles, listones y más papeles que irán a parar a la basura antes de que acabe el día. En ocasiones, se llega al punto en que las envolturas son verdaderas obras de arte y nos enorgullece llegar a la fiesta con una preciosa envoltura que puede llegar a valer más que el regalo mismo.

En consecuencia, producimos una gran cantidad de basura con papel que fue producido (con todo lo que implica producir papel: tala de árboles, contaminación industrial...) para verse bonito unas cuantas horas o minutos y luego ser arrugado y depositado en la basura (en el mejor de los casos, porque también puede terminar rodando en las calles, tapando coladeras, contaminando el agua con su tinta, etc.)

El papel es un material sumamente útil para muchas de las actividades que realizamos diariamente, además de que debemos preferirlo antes que el plástico o el unicel por lo sencillo que resulta su proceso de reciclaje, pero me parece un exceso el uso que hacemos de él en cosas tan innecesarias como las envolturas de regalo.

Si queremos regalar algo sin renunciar a la envoltura, podemos reutilizar papel de antiguos regalos que nos hayan hecho a nosotros o utilizar papel periódico, bolsas de papel, cajas que tengamos en nuestra casa, que, junto a un lindo listón resultan una bonita envoltura, original y amigable con el medio ambiente.

Hace unos días mi esposo y yo hicimos un par de regalos a las hijas de dos matrimonios amigos nuestros (Alejandra de Karla y Beto Cuevas, Luna de Victoria y Eduardo, saludos!), al revisar mi almacén de materiales que he estado guardando durante un tiempo me encontré con dos cajitas de pañuelos desechables que conservé en lugar de tirarlas, se convirtieron en dos envolturas de regalos a las que agregué un listón. Este fue el resultado:





Las personas aprecian mucho detalles como estos, les parecen originales y causan admiración por la creatividad que conllevan. Si muchos de nosotros optáramos por reciclar envolturas en lugar de consumir papel nuevo y pagar por él, podríamos dar a nuestros seres queridos un mensaje más allá del regalo, sería un mensaje sobre habitar conscientemente en este planeta.

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