miércoles, 9 de marzo de 2011
Día internacional de la mujer o el recorrido que no termina
Hubiera querido escribir algo referente al Día Internacional de la Mujer ayer mismo, pero no tuve tiempo de sentarme tranquilamente frente a la computadora; por eso, lo hago hoy sabiendo que no existe un día más propicio para hablar de cualquier inquietud como el día mismo que se vive.
Soy una mujer joven, uso pantalones todo el tiempo que quiero; doy mis opiniones, me siento escuchada y tomada en cuenta; me casé como, donde, cuando y con quien yo decidí -nadie más tomó la desición por mí-; camino libre por la ciudad; estudié una carrera que yo elegí; puedo leer cualquier cosa que yo quiera; puedo maquillarme; salgo a votar cuando hay elecciones; me he embarazado cuando he querido; si quiero, puedo trabajar en lo que yo desee; si quiero, puedo quedarme en casa con mi hijo; llevo el cabello a mi gusto; puedo ver la televisión o navegar por internet libremente; sé leer y escribir; tengo un blog en el que escribo lo que me place...
Escribiendo esto, pude ser consciente de todo lo que otras mujeres, en otros tiempos, tuvieron que vivir para que yo pueda hacer esa lista hoy. Y soy consciente también, de que aún hay mujeres en el mundo que no pueden hacer una lista así, porque aún viven la injusticia, el abuso, la explotación, de sociedades que no quieren reconocer su valor.
Yo también celebro que haya un día para conmemorar el valor de la mujer y sus logros, pero más allá de una celebración, me gustaría que también fuera un recordatorio de que el cambio no ha llegado por completo, aún no podemos dormirnos en nuestros laureles creyendo que la igualdad de género y el respeto a lo femenino están cumplidos, no, no es así. Hace muchos años muchas mujeres lucharon por causas que quizá ni ellas mismas vieron cumplidas, lucharon por nosotras, las mujeres de hoy, entonces, somos nosotras quienes tenemos que trabajar por las mujeres que vienen.
Aún hay temas pendientes, hay mujeres para las que no ha llegado el verdadero cambio, también hay nuevos desafíos que no existieron para las mujeres de otras épocas; por ejemplo: muchas mujeres hoy tienen que decidir entre ser profesionistas y ser madres, y quienes se atreven a ser ambas cosas la pueden tener muy complicada; irónicamente se valora mucho más que la mujer trabaje fuera de casa, el trabajo doméstico y la crianza de los hijos no tienen valor, ni nos hacen mujeres exitosas; hay mujeres maltratadas en los hospitales mientras dan a luz y que toman decisiones equivocadas para su vida por falta de información; hoy como nunca antes, los medios de comunicación denigran la imagen de la mujer rebajándonos a objetos sexuales o representándonos en roles de inferioridad.
Y es que respetar a una mujer no es equipararla al hombre, es entender sus tiempos, sus necesidades, sus aspiraciones, que son distintas a las de un hombre.
En fin, para mí la transformación no ha terminado. Celebro poder ser una mujer libre, pero condeno y me solidarizo con quienes no pueden decir lo mismo y me siento comprometida con ellas, porque años atrás, otras mujeres se comprometieron conmigo.
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Excelente reflexión, Adriana.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Mayoli!
ResponderEliminarSaludos a ti también :)
Wow! Amiga! Que forma de describir la realidad de hoy en día, al cual la mujeres vivimos estos roles de vida.
ResponderEliminarSaludos
Ale! Gracias por pasar. Te he estado tratando de contactar por facebook y por mensajes al cel, pero nada..
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo.
Fantástico post, Adriana.
ResponderEliminarLlevas mucha razón en todo lo que dices. La mujer de hoy, aunque bastante más liberada que las mujeres de antes, aun le queda mucho por lo que luchar. Y dentro de esa libertad que deseamos debemos tener libertad para todo, incluida la maternidad y la lactancia, que nadie llame a nuestros bebés tiranos opresores como he leido por ahi....porque las mujeres que decidimos ser madres lo hacemos con el mayor de los gustos porque es lo que deseamos. Como dices los hombres y las mujeres somso distintos pero en el findo los dos tenemos sentimiento y queremos conseguir logros e la vida, por suerte en su gran mayoria el hombre de hoy tmpoco es el de antes y tambien hay que conseguir que no se deje al hombre en un segundo plano. Todos somos seres humanos y todos tenemos derechos. Un besito y enhorabuena por esta reflexión :)