Estas últimas semanas he notado algunos cambios en Mateo con los cuales he podido reafirmar, ante mí misma, que respetar los ritmos de cada niño no implica un retroceso en el camino sino otra ruta para llegar al mismo punto, que para mí ha resultado más agradable y satisfactoria. Y digo que lo he reafirmado porque a veces uno mismo tiene que cuestionarse de vez en cuando aquello que defiende, a veces uno también duda y las palabras de quienes auguran un desastre llegan a tambalear aquello de lo que nos sentimos tan convencidos.
Primero. Hasta hace muy poco Mateo pedía comer pecho durante la madrugada unas dos o tres veces, lo cual no ha significado un problema porque como duerme a mi lado sólo es cuestión de voltearme hacia su lado, descubrirme el pecho y a dormir de nuevo, nunca he sabido cuánto tiempo dura comiendo porque me quedo dormida de inmediato. Bueno, pues en los últimos días Mateo ha dormido 8 horas seguidas sin pedir pecho, nos dormimos a las 10:00 pm y no ha despertado hasta las 6:00 am para comer un poquito y volverse a dormir para despertar a las 8:00 am.
Segundo. Lo notamos mucho más sociable y desenvuelto. Cuando llegamos a un lugar y él quiere ir a jugar con algún niño yo le digo que vaya solo, que voy a estar cerca para verlo y no duda en irse. Antes esto era algo imposible, no se alejaba de mí o de su papá para nada aún cuando deseara acercarse a algún niño o niña. Hace unas semanas comimos en casa de mis papás, después de la comida teníamos que ira hacer algunas compras así que nos dispusimos a salir, estábamos en la cochera despidiéndonos de mis papás mientras Mateo estaba encantado corriendo y haciendo que su abuelo lo persiguiera, a la hora que querer subir al carro lo cargué y traté de ponerlo en su silla pero soltó un llanto descomunal y se resistió a sentarse, mi mamá se acercó y se quiso ir con ella, le pregunté a Mateo si quería quedarse con sus abuelos un rato y dijo que sí, yo dudé que supiera en realidad lo que me había respondido pero decidimos hacerle caso e irnos a las comprar mi esposo y yo mientras Mateo se quedaba con sus abuelos; le dijimos adiós desde el carro y nos fuimos, pero dimos la vuelta a la cuadra incrédulos de que en realidad hubiera querido quedarse sin nosotros, pensamos que al volver a pasar lo íbamos a encontrar llorando al haberse dado cuenta de que nos habíamos ido, pero para nuestra sorpresa ni siquiera se dio cuenta que volvimos a pasar porque estaba corriendo por toda la cochera jugando a que su abuelo lo perseguía. Cuando después de tres horas regresamos lo encontramos muy fresco y alechugado, había pasado un buen rato en casa de sus abuelos.
Me imagino que así será en adelante, o no, tal vez no vuelva a suceder en algún tiempo. Sin embargo, esto nos dio la oportunidad, a mi esposo y a mí, de saber que Mateo sabe estar sin nosotros, sabe divertirse cuando no estamos, ha adquirido estas capacidades sin que sus papás nos hayamos empeñado en enseñárselas, todo ha sido mediante el día a día, dejándole tener experiencias, escuchando sus peticiones, atendiendo sus necesidades, aceptando sus tiempos.
Reconozco que me he sentido señalada en muchas ocasiones, sobre todo cuando se trata del apego que Mateo tiene conmigo, a muchas personas les parece que no está bien y que debo procurar que aprenda a despegarse. Por ejemplo, los domingos en la Iglesia no quiere quedarse en el salón con los niños de su edad y yo no lo he obligado, no quiero que aprenda a base de llanto y de aguantar el desamparo que debe sentir un niño al ver que su mamá se va y lo deja en un lugar que no le gusta, me resisto. Claro, después de algunos domingos dejará de resistirse a estar ahí y podré dejarlo sin problemas, pero no porque haya empezado a disfrutar el lugar, sino poque habrá aprendido que no importa cuánto llore o manifieste sus desagrado, su mamá y su papá no van a hacer nada por él. No pocas personas me han hecho comentarios al respecto y cada vez aprendo mejor a escuchar sin que me cause molestia.
En fin, quería hablarles de los aprendizajes de Mateo y he terminado divagando un poco. Esto me dejó una lección, tarde o temprano todos los niños llegan a la meta, pero el camino puede ser muy diferente, algunos habrán sufrido la presión y la exigencia de sus padres, mientras que otros habrás recorrido el camino como si de recoger flores de tratara. Yo quiero que mi hijo tenga un cesto lleno de flores al final.
Hasta pronto.
Que cambios hiciste en el blog¡ Esta muy chulo¡
ResponderEliminarSe hace mayor, pitufo este verano en vez de hacer dos tomas al dia ya solo hace una... estaba demasiado excitado con la de cosas que habia que hacer en la playa como para pensar en tomar teta.. Ya solo toma una vez.. por la mañana. Besos¡
Adriana:
ResponderEliminarPienso que tienes mucha razón con lo que has reflexionado. Todos los niños crecen y se hacen más independientes, en diferentes tiempos. Me alegro de que Mateo, esté más grande, que no tome el pecho a media noche y principalmente que esté más desapegadito de ustedes, compartiendo de grata manera con sus abuelitos. Poco a poco, éste mundo nuevo que él está observando más allá de su núcleo, se irá ampliando y como tu dices, sin ningún sufrimiento ni angustia, es decir de manera natural.
Un gran abrazo!.
Adriana, que lindo como relatas los cambios en Mateo, él casi no se ha dado cuenta, solo disfruta.
ResponderEliminarBien por los abuelos también que disfrutaron una linda jornada con su nieto.
Saludos.
QUé bien nos has contado los cambios de Mateo y de verdad, he sentido un alivio con lo de dormir. Por aquí nos seguimos despertando 3 ó 4 veces por la noche, y como tu dices, me giro, tetea y dormimos de nuevo... ¡pero una noche 8 horas seguidas sería un gran placer!jeje. Tiempo al tiempo, todo llegará. Besos!
ResponderEliminarEs muy bonito verlos crecer y en tu caso, además, poder comprobar que lo mejor para ellos es respetar sus ritmos. Te felicito.
ResponderEliminarSomos afortunadas al poder hacer esto con nuesros hijos, otras mamas, pobres, no les queda otra que dejarlos al cuidados de otras personas porque si no se mueren de hambre!!!...
ResponderEliminarDisfrutalo. un abrazo y felicidades por tu gordo divino.
Me encantó tu última frase :)
ResponderEliminarYa estás obteniendo frutos gracias a la linda crianza que le das a tu hijo! felicidades!