Ya se ha mencionado en anteriores entradas la importancia de evitar los productos de "usar y tirar", lo mejor es adquirir artículos que podamos utilizar varias veces y cuando su vida útil haya terminado poder modificarlos para darles otro uso o llevarlos a centros de reciclaje.
Uno de esos artículos que usamos con menor conciencia de su impacto ambiental son los platos, vasos y recipientes desechables; sin embargo, esto se vuelve aún más nocivo, no sólo para el ambiente si no también para nuestro organismo, cuando éstos artículos están hechos de Unicel.
Este aparentemente inofensivo material es una especie de espuma hecha de poliestireno expandible que se ha vuelto muy popular en los últimos años pero que resulta altamente tóxico en todas sus etapas de existencia, es decir, su producción, utilización y desecho.
Para fabricar unicel se requiere un enorme gasto de energías no renovables y el uso de agentes químicos que elevan las emisiones de gases que afectan la capa de ozono; tan sólo en México se producen anualmente 8 millones 500 mil toneladas de este material, la mayoría para vasos y platos, lo que se traduce en una cantidad inmensa de contaminación ambiental.
Generalmente los recipientes de unicel se utilizan para cotener y/o almacenar alimentos. El problema es que cuando el unicel es sometido al calor en combinación con los alimentos pueden generarse compuestos químicos como las dioxinas que serán introducidos al organismo.
Las dioxinas son cancerígenas, mutagénicas, persistentes, bioacumulables, tóxicos y volátiles; se transmiten mediante la cadena alimenticia en la que el ser humano está al final, por lo que recibe concentraciones más altas.
Las consecuencias en la salud humana, animal y vegetal son muy graves. En el humano está la aparición de algunos tipos de cáncer: piel, cataratas y cambios en el sistema inmunológico. En conclusión, la dioxina es carcinógena y altamente tóxica para ser humano, perjudica al sistema inmunológico y altera el sistema hormonal.
Por lo tanto, debemos evitar calentar en microondas alimentos contenidos en recipientes de unicel y no consumir alimentos calientes como sopas instantáneas, café o té en vasos y platos de ese material.
Los recipientes de unicel son desechados habiéndose utilizado una sola vez, dando lugar a toneladas de basura que tardará más de mil años en degradarse, es decir, en reintegrarse a la tierra. La basura de unicel representa el 30% de la basura que se halla en los tiraderos de todo el mundo. Además, en México no existen centros ni procesos para reciclar el unicel y si los hubiera, reciclar unicel resultaría más costoso que producirlo.
Una de las razones por la que los artículos de unicel son tan utilizados es el precio; en México se pueden adquirir 25 vasos de unicel por menos de 10 pesos, pero tratemos de pensar que al comprarlos no sólo pagamos el precio del artículo sino el gran daño que hacemos a nuestra salud y al cuidado ambiental.
Para reducir el uso del unicel en nuestra vida diara podemos aplicar las siguientes recomendaciones:
- Si vas a ofrecer una fiesta o reunión, adquiere vasos y platos que puedas lavar y usar en otra ocasión. Si al lavarlos haces un uso prudente del agua y utilizas un detergente biodegradable certificado reduces enormemente el daño ambiental.
- Si no hay poder humano que te convenza y quieres utilizar vasos y platos desechables, prefiere los de papel o cartón y en última instancia los de plástico. Son materiales reciclables.
- Evita restaurantes que ofrecen su comida en recipientes de unicel o pide que utilicen otro material para empacártelos. Puede ser un buen pretexto para iniciar una plática donde les expliques el porqué de tu decisión.
- Si no pudiste evitarlo y han caído en tus manos recipienes de unicel, no los tires a la basura y reutilízalos en tu casa, pueden servir para almacenar alimentos en el refrigerador, para recolectar el agua de goteras, entre otras cosas según tus necesidades e imaginación. El unicel es tan resistente que puedes lavarlo con agua y jabón para usarlo varias veces.
- No compres artículos en general que estén empacados cono este material.
El ilustrador Cheeming Boey nos muestra una forma creativa y original de personalizar vasos de unicel, si tenemos esa habilidad o conocemos a alguien que nos pueda hacer un trabajo así podremos reutilizar los recipientes de unicel y guardar en ellos lápices, botones o cualquier otra cosa, si se usa una tinta permanente podemos usarlos en nuestras fiestas o reuniones y lavarlos para próximas ocasiones, o incluso, sólo como adorno. En el blog de Noemí Jiménez encontré las siguienes fotografías del trabajo de dicho ilustrador, pero aquí hay más variedad e diseños.
Fuentes: Zócalo Saltillo, Biodegradable.
Gracias Me Sirvio De Muchoooo
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